INMIGRACIÓN:CONFERENCIA Y POEMAS




PROYECTO "Escuela Espacio de PAZ"

INMIGRACIÓN: CONFERENCIA  Y POEMAS






CENTRO DE EDUCACIÓN DE ADULTOS 
JUAN RODRÍGUEZ PINTOR



En el Centro de Educación para personas Adultas Juan Rodríguez Pintor de la Plaza De La libertad de Motril  tuvo lugar, el martes día 9 de mayo a las 17,30 h.  una actividad dedicada a reflexionar y sensibilizar sobre la actual y grave problemática de la inmigración.

Esta actividad se encuentra enmarcada en el PROYECTO ESCUELA ESPACIO DE PAZ que se viene desarrollando a lo largo del curso 16/17 con numerosas actividades coordinadas por la profesora Lola Alberola Fernández, encargada de impartir las materias de Hábitos saludables" con enfoque corporal y Refuerzo en Ed. Básica y en materias de lengua y matemáticas en Secundaria.  


En esta ocasión el PROYECTO ESCUELA ESPACIO DE PAZ contó con la presencia de Pilar Carrasco (doctora epidemióloga) y Ana Constán (profesora y poeta) ambas naturales de Motril.

Pilar Carrasco ofreció una conferencia sobre el tema titulada Las migraciones, donde delimitó el significado de los distintos términos que usamos a la hora de hablar de los movimientos de población por causas diversas como guerras, violencia por razones de religión, raza, orientación sexual o de tipo económico. 

      
                                  

                 
 Pilar Carrasco y Ana Constán en un momento de la conferencia. 

Pilar Carrasco, mujer comprometida siempre con los sectores de población más necesitados, ha desarrollado su compromiso social, durante más de veinte años, a través de Médicos sin Fronteras y Amnistía Internacional en numerosos países tanto de África como de Centro América.


                                                                                                                                                                                                                                 

Público asistente en el salón de actos. 





Un público bastante nutrido y sensibilizado con el problema de la inmigración, en su mayoría perteneciente a distintas clases de este centro, siguió con sumo interés dicha conferencia; la cual se vio reforzada con imágenes y datos que ilustraron de forma más clara el tema.




                                                                             Público asistente y ponentes.
                                                                                    

Lola Alberola, como responsable de la organización del acto, insertó en dicha conferencia varios tiempos dedicados a la poesía, con ánimo de hacer más dinámica la actividad programada. 

Estos tiempos de lectura poética corrieron a cargo de Ana Constán, poeta motrileña que recitó, para todos los allí presentes una selección de poemas pertenecientes a su última publicación "Alambradas", poemario que ahonda en la problemática de la inmigración desde diferentes vertientes. 





                                             Ana Constán en un momento de su intervención.


A continuación plasmo aquí algunos de los fragmentos de los poemas con los que Ana Constán, en determinados momentos del acto, ilustró la conferencia. 


En busca de otros mundos que no existen. 
En busca de otros cálidos alientos  
que cubran con su vaho 
el frío amanecer incierto, 
rompes la estéril carne 
en la última alambrada.

Una brecha infinita nos separa, 
un latido inconexo nos distancia, 
un no mirar de frente, cara a cara, 
el vendaval de sueños 
que inquieta tu mirada.

¡Detén tu paso! Sueña.
Sueña, sí, sólo sueña: 
con ecos apagados de tu sombra, 
con hilos de un deseo desarmado. 
Fragmento de "La última alambrada"



Desde la más lejana incertidumbre 
de aquel paisaje humano, desolado
y cubierto de noche adormecida, 
un hombre mira.

Un llanto imperceptible se derrama
por cada poro de su piel errante,
se vierte como cáliz de silencio
sobre la inmensidad de una cuadrícula
que crece silenciosa frente a él.

Confusa red, maraña que resurge
empujada por párpados de viento, 
como sombrío faro de horizonte
que todo lo vigila en la distancia.
Fragmento de "Un hombre mira"



Mencionar así mismo que, antes de la conferencia, las alumnas del taller de "Hábitos de vida saludable"  dirigidas por su profesora Lola Alberola, llevaron a cabo su habitual actividad de clase, con una lectura de fondo de poemas de la publicación Alambradas, por parte de una de ellas. 






        Alumnas en un momento de la clase previa a la conferencia.


Desde aquí mi enhorabuena a todos/as los responsables del Centro de Educación para personas Adultas de Motril por su trabajo e iniciativas y a todos los asistentes por su presencia e interés.
























ALAMBRADAS





ALAMBRADAS es un poemario que busca inquietar nuestras conciencias, denunciando los innumerables obstáculos físicos que limitan la libertad y la búsqueda de la felicidad humana. 
Fronteras, muros, alambradas que crecen a nuestro alrededor y nos hacen ver en el otro al diferente, al extraño, al enemigo.
Obstáculos físicos que se sustentan en otros más sutiles y cotidianos que germinan en nuestro quehacer diario y nos adormecen, dando como fruto la soledad y el abandono, la insolidaridad y la desigualdad social.












Os presento a continuación algunas imágenes del acto celebrado en CajaGranada el jueves 30 de marzo de 2017 y aquellas otras que ilustran la obra en el interior de la publicación. Imágenes que lo dicen todo por la fuerza que trasmiten. 


Su autora, Mar Aragón, nos da con ellas una pequeña pero importante muestra de su buen hacer y de su gran sensibilidad. 

                                                               
EXISTEN MIL MANERAS DE MORIR

Existen mil maneras de morir, 
de cortar con el filo de las horas
la pertinaz espera del asalto,
la frágil línea de silencio gris
que oculta bisbiseos en las miradas.

En intervalos, crecen por doquier 
trémulas sombras, brazos palpitantes
que aúllan como voz en el desierto.
Ojos y pies, memoria encadenada
al sudor de una noche adormecida.

Miles de causas en espera fiel
maceran el asalto, lo sazonan
con ritmos alocados en el pecho,
con famélicos vientres revestidos
de millares de lunas en tiniebla.

Gladiadores del vértigo que tiemblan
entre alambradas y gargantas huecas,
que gritan al abrigo de otras bocas
e invaden horizontes de metal
donde sembrar su piel y su desgarro.

Abrazados al ritmo de ese sueño
como árboles de pájaros sin vuelo;
trenzad en la memoria del silencio 
el azote del viento entre las ramas;
descubrid con el filo de las horas
que existen mil maneras de morir

y un único temblor frente al asalto.

                                                                                                        
                                     



EL CALLADO OLOR DE LA POBREZA
                                                                                   
Cuando el callado olor de la pobreza
viste de luto y grana las aceras
¿Quién te dijo alma mía que durmieras?
¿Quién te hizo cometer tanta torpeza?
                                                                            
Lloran las avenidas tu flaqueza,
pues, tras mucho rogarte que latieras,
que alambraras tu fuerza y resistieras,
dejaste en entredicho tu grandeza.

Cuántas veces los pasos temblorosos
de una sombra maltrecha y abatida,
sonaron en tu oído sospechosos.

O cuántas, sin dudar y convencida, 
te dabas media vuelta con desgana
diciéndote a ti misma: ¡ya mañana!






 LA ÚLTIMA ALAMBRADA

En busca de otros mundos que no existen.
En busca de otros cálidos alientos
que cubran con su vaho
el frío amanecer incierto,
rompes la estéril carne
en la última alambrada.

Una brecha infinita nos separa,
un latido inconexo nos distancia,
un no mirar de frente, cara a cara,
el vendaval de sueños 
que inquieta tu mirada.

¡Detén tu paso!  Sueña.
Sueña, sí, sólo sueña:
con ecos apagados de tu sombra,
con hilos de un deseo desarmado.

Cubres la faz de tu figura
con horizonte de ojos en tiniebla.
Ojos sumidos en la espera
de un Canto General que dignifique,
ese quebrado resplandor 
que rompe con su huida el horizonte.

Una fugaz silueta lo delata,
una brisa callada le da alivio,
una afilada lengua de acero
lo convierte en salado manantial
de un rojo estremecido y lacerado.

Soplan vientos del sur,
la tarde se colapsa,
muy pronto será noche desatada
en la última alambrada.    

 UN HOMBRE MIRA


Desde la más lejana incertidumbre
de aquel paisaje humano, desolado 
y cubierto de noche adormecida,
un hombre mira.

Un llanto imperceptible se derrama
por cada poro de su piel errante,
se vierte como cáliz de silencio
sobre la inmensidad de una cuadrícula
que crece silenciosa frente a él.

Confusa red, maraña que resurge
empujada por párpados de viento,
como sombrío faro de horizonte
que todo lo vigila en la distancia.

La tarde se construye en el hangar
desierto y desolado de su espalda;
sobre el lunar paisaje de sus manos,
donde uno a uno vienen a morir
los alambrados rostros de una infancia
con olor a silencio de sudario.

Un hombre mira, 
quién sabe dónde y qué.

¿Mirará cómo crece
ese semblante azul de su destierro?
¿Mirará el desconsuelo de las olas,
su eterna marcha y su bramido?
¿Despejarán sus ojos hibernados
la incógnita de su última oración?

Hay tantas formas de mirar,
tantos días vestidos de inquietud
y de desierto atardecer perdido,
tanta lluvia incisiva que acallar
en la mirada yerma de la espera.

Desde la más lejana incertidumbre
de aquel paisaje humano,
un hombre mira.

Es vano intento, hacerle desistir
de su mirar cuadriculado y ciego,
que crece sin medida y desconsuelo    

detrás de la alambrada. 

 LIBERTAD


Yo, que grité tu nombre
en los albores de la vida,
que recibí como del rayo
la luz callada, estremecida,
de aquellos que transitan en el llanto.

Yo, que cubrí mi frágil cuerpo
con la letra insumisa
que nombra tu presencia;
que apacigüé mi frío
entre soflamas y alegatos
de tantos como llaman a tu puerta.

Yo, que vestí de púrpura mis manos
en tus largas y frías ausencias
y calcé huellas de perfil extraño
para aliviar cansancios y temores;
que perfilé las líneas de tu rostro
en el rostro olvidado del que sufre;
que maldije a mi Dios cuando te fuiste
y cuestioné sus llagas y mi entrega.

Vuelvo a tu encuentro con la prisa eterna
del que ha dejado algo por hacer
en las calles desiertas de tu nombre.

Vuelvo a tu letra con la piel desnuda,
con el gesto feliz del principiante
que un día creyó ser, entre sus desvaríos,
mendigo fiel de tus demandas.


Vuelvo a ti, con el peso de los años,
cubierta de alambradas y rigores,
por la senda y la luz estremecida
de aquellos que transitan en el llanto,
de aquellos que aún te nombran
desde la fría mirada del destierro.



Vosotros,
los que iniciasteis el camino
de la eterna partida,
los que tomasteis como propio
ese anhelado caminar en sombra,
hacia tierra sin dueño y promisión
por siempre perseguida.

Vosotros,
los que pusisteis voz a la palabra
allí donde el silencio os amordaza
el éxodo imparable de los pasos;
los que fuisteis fugaz estela 
entre guardianes de metal
y mordaz alambrada con espino.

Vosotros,
que agonizasteis entre rostros
color ceniza
y renacisteis del desierto
como viento repleto de plegarias
y desvestisteis de papel y celo
vuestra firme sonrisa.

Vosotros.
Abrazad sin pudor mis tiernas manos,
elegid de ellas su mejor caricia.
Robadme los alientos necesarios
para insuflar de mieles vuestro paso.
Bailad al son que danza mi latido
como eco interminable de sonrisas.
Sed garganta que rompa con su grito
el cerco inexorable de mandíbulas
que crecen imparables por doquier.

Fundíos con el gozo de esas armas;
mezclaos en vino tibio, sed su aroma;
quitaos con fuerza el polvo de los pies
y daos al viento en tierra prometida.

                                              


Y aquí, una vez terminado el acto, las autoras de las ilustraciones y  del texto.







                                                            Ana Constán


Desde aquí quiero daros las gracias a todos; a los que compartisteis ese momento conmigo y a los que por alguna razón no pudisteis estar presentes.

A todos un abrazo y termino con un fragmento de uno de los poemas, dedicado a los otros..." los que nunca fueron"


"Gladiadores del vértigo que tiemblan 
entre alambradas y gargantas huecas, 
que gritan al abrigo de otras bocas
e invaden horizontes de metal
donde sembrar su piel y su desgarro."

de "Existen mil maneras de morir"

SOMBRA DE UN TIEMPO

   






Con SOMBRA DE UN TIEMPO hago una propuesta de acercamiento a la poesía desde una historia hecha carne, desde la pertenencia a una tierra, a unas costumbres y tradiciones, a un mar que es portador de heridas lejanas que se mezclan con las nuestras.

Muestra de ello es el soneto titulado  DE NUEVO FRENTE A TI que canta a este nuestro mar Mediterráneo.

Aquí estoy de nuevo frente a ti.
Tu música inefable nos convoca,
nos emplaza al encuentro que revoca
ese tenaz regreso. estás en mí.

Bajo el viento salado. Siempre ahí.
Cicatrizando heridas. Pura roca
tu sal en la garganta. Nos desboca
tu llegada y ... te alejas. Hoy te vi

danzar azul, surgir en llamarada,
remar contracorriente. Enterrada
entre artes de pesca, tu voz toca

nuestro tiempo, se vierte en la memoria
vistiéndola de sal. Conciliadora,
tu música inefable nos convoca.

 Del grupo de poemas "De espera"





Os propongo una aproximación desde el amor - desamor, vivido o fingido (qué más da) ese que a todos nos toca expresar con mayor o menor acierto, con palabra propia o ajena.


Para ello os invito a leer el soneto SI SONRÍES, que en su momento apareció en la publicación precedido de esta cita literaria. 
No quieras enviarme 
de hoy más ya mensajero 
que no saben decirme lo que quiero. 

San Juan de la Cruz

Si sonríes, olvido que los lunes 
tienen sobre el envés y entre sus hojas,
pequeñas y veladas ilusiones 
que marcan el latir de nuestras horas. 

Si me miras, atrapo con los dedos 
la sombra de tu voz en mi cintura 
y rindo entre añoranzas y revuelos, 
los insomnios que gestan nuevas dudas.

Por eso en tí no temo envejecer 
bajo la luz secreta de tu nombre 
bajo ese tibio pálpito que añoro.

Y clamo en el silencio del ayer, 
dejando en las aceras del reproche, 
las luces que nos ciegan el retorno.

Del grupo de poemas "De amor"




                               




Os propongo un acercamiento divertido, ese que propicia el doble juego de la palabra, el que despierta la ironía sutil e inesperada y que parece burlarse del destino, del paso del tiempo. Ese que tanto nos afecta y en ocasiones nos paraliza.

A VECES HE QUERIDO

Hay manos que triunfan 
al quedarse vacías
 y otras como puños 
que no conservan nada. 

Ernestina Champourcín

A veces he querido ser tu sombra
para andar por delante de tus pasos,
mas, nunca fue mi meta  ser alfombra

que vista de elegancia los retrasos.
Hoy  busco encadenarte a mis tercetos
y no consigo rima en estos casos

que construya unos versos más discretos
que doten de belleza tus manías
y vuelvan tus defectos más escuetos.

Es por eso que esquivo los tranvías
que llegan con el último deseo,
pues cruzas con destreza entre las vías

pensando que  tus trampas no las veo.
A veces tu silencio no comprendo
y otras tantas, cuando hablas, no te creo.

Así pues, no le pongas el remiendo
al traje que tenemos entre manos
y… vete otro nuevo ya cosiendo.


Del grupo de poemas "De encuentro"





Para terminar con el poema que da nombre a la publicación

SOMBRA DE UN TIEMPO


Ven y verás al alto fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.

A. Fdez de Andrada


Ahora que soy sombra de un tiempo
espanta ver pasar entre cristales,
la llaga azul de días inmortales;
como esas fotos, viejas a destiempo,
cuyos rostros sonríen con notoria
quietud, encadenados a su historia.

Ahora que no soy más que ese aroma
agonizante de un recuerdo fiel
rendiré entre tus manos mi oropel,
que trae un nuevo encuentro, a la maroma
singular de una vida sin más duelos
fatuos, sin días de gloria, ni desvelos .

Ahora que no soy más que frío
y desolada nieve sobre escarcha,
me verteré en tinieblas, pondré en marcha
las horas del destino tuyo y mío
y aceptaré tus manos, siempre en danza,
vertiendo sobre piel sed y añoranza.

Si sólo soy aroma, frío y sombra,
me entregaré a la noche y a sus preces,
me haré dulce penumbra tantas veces
como canta la dicha que te nombra;
feliz y placentera, igual que el calmo
día que ahuyenta prisas por ensalmo.







                       

BALADA TRISTE EN LA CIUDAD OLVIDADA